La llegada de las estaciones frías, con sus lluvias y bajas temperaturas, puede afectar la salud de tu mascota. A diferencia de los animales salvajes, los perros y gatos domésticos no se adaptan con la misma facilidad a los cambios climáticos. En esta época del año, los veterinarios atendemos con frecuencia a animales que padecen problemas relacionados con el otoño e invierno, como la tos de las perreras.
¿Cuáles son los problemas más comunes en perros y gatos?
Enfermedades respiratorias en perros y gatos
¿Quién no ha experimentado un resfriado cuando llega el frío? La gripe humana tiene una fuerte estacionalidad, y generalmente comienza a aumentar en noviembre, alcanzando su pico en enero.
Lo mismo ocurre con los perros y gatos. A partir de ahora, los veterinarios comenzamos a recibir las primeras consultas de urgencia por cuadros gripales. Pero… ¿los perros pueden tener gripe? Claro que sí.
La traqueobronquitis infecciosa canina, conocida como tos de las perreras, es una infección respiratoria aguda que suele ser causada por el virus de la parainfluenza canina, un virus similar al de la gripe humana.
Este virus se transmite por el aire, mediante estornudos, tos o saliva, y los perros suelen contagiarse durante sus salidas al parque. La aparición de estos casos en esta temporada no es casualidad, ya que el aire frío puede sensibilizar a los perros, al igual que en las personas.
Generalmente, la enfermedad se resuelve por sí sola, ya que es el sistema inmunológico del animal quien combate el virus. Sin embargo, los síntomas suelen ser muy intensos y pueden afectar considerablemente el bienestar del animal.
La tos seca, acompañada de carraspera y arcadas con expulsión de moco, son los síntomas más comunes que llevan a los propietarios a acudir a urgencias veterinarias. Ahí se les proporciona un tratamiento sintomático para mejorar su estado respiratorio.
En la evaluación clínica durante una consulta de urgencias, es común que los perros afectados muestren un reflejo tusígeno muy marcado al palpar suavemente la zona de la tráquea en el cuello. Esto provoca tos recurrente debido a la traqueítis aguda que están sufriendo.
Esta afección puede empeorar en animales que ya tienen problemas respiratorios previos, como el estrechamiento o colapso de la tráquea, y en algunos casos puede evolucionar a bronquitis, lo que requiere hospitalización, monitoreo constante y oxigenoterapia, además de un tratamiento farmacológico específico.
Es crucial estar especialmente atentos a esta enfermedad en cachorros, animales de edad avanzada, aquellos con condiciones crónicas o sistemas inmunológicos debilitados, así como en razas braquicéfalas (como el bulldog francés o el pug), donde los síntomas pueden manifestarse de manera más grave y compleja.
¿Cómo prevenir el contagio en perros?
Es difícil evitar al 100% el contagio del virus, ya que este puede encontrarse fácilmente en cualquier perro con el que nos crucemos en la calle.
Una de las principales recomendaciones es evitar exponer a los perros a cambios bruscos de temperatura, reduciendo la duración de los paseos en las horas más frías del día. Además, es fundamental secar bien a los perros que se mojan durante el paseo, utilizando toalla y secador para evitar que el frío debilite sus defensas.
El uso de abrigos y chubasqueros es especialmente útil en perros más sensibles al frío o con mucho pelo, ya que ayuda a reducir el contacto con el agua y el enfriamiento.
Los veterinarios también sugieren la vacunación contra esta enfermedad, mediante una vacuna nasal específica para la tos de las perreras. Esta vacuna está disponible desde hace años, es segura, fácil de aplicar y no requiere aguja, solo unas gotas dentro de la nariz.
¿Y los gatos también se constipan?
Aunque no salgan al exterior, los gatos de interior también pueden verse afectados por los cambios de temperatura, especialmente si se enfría la casa al abrir las ventanas o debido a la inversión térmica que puede ocurrir antes de encender la calefacción.
Los gatos pueden ser portadores de virus respiratorios, como el herpesvirus y el calicivirus, que pueden permanecer de forma crónica y subclínica en su organismo. La bajada de temperatura favorece la activación de estos virus, lo que puede provocar síntomas respiratorios agudos como tos, estornudos, carraspera y secreción ocular.
Esto es especialmente común en gatos de razas como persas, british shorthair, exóticos, entre otros, así como en gatos comunes que han sufrido de rinotraqueitis en su juventud.
Recomendaciones para gatos:
La vacunación adecuada contra enfermedades respiratorias es fundamental para prevenir infecciones o al menos reducir la gravedad de los síntomas en caso de enfermedad.
Controlar la temperatura en el hogar es clave para prevenir brotes de enfermedades respiratorias en gatos. Evita los cambios bruscos de temperatura y las corrientes al ventilar la casa por la mañana. Asegúrate de que los gatos permanezcan en las zonas más cálidas de la casa para minimizar el riesgo de problemas respiratorios.